Esta ninfa, hija de un río del monte Ida, tenía el don de la profecía e intentó evitar que aquel pastor principesco con el que tenía relaciones se metiera en líos. Para ello le pidió que no fuera a Esparta porque allí conocería a una mujer que provocaría una gran guerra.
Tenía también, gracias al mismo dios Apolo, el don del conocimiento de sustancias medicinales que permitían la curación de las heridas mortales. Por eso se ofreció para sanarlo si alguna vez lo herían.
Todo se cumplió, como había sido vaticinado, pero la ninfa, despechada por haber sido abandonada por él, le negó su auxilio y murió.
El príncipe había sido herido de muerte en la guerra por una flecha envenenada lanzada por aquel griego depositario del arco y las flechas de Heracles, que había estado diez años apartado en la isla de Lemnos por lo insoportable que resultaba el olor que despedía una llaga supurante que tenía.
El príncipe había sido herido de muerte en la guerra por una flecha envenenada lanzada por aquel griego depositario del arco y las flechas de Heracles, que había estado diez años apartado en la isla de Lemnos por lo insoportable que resultaba el olor que despedía una llaga supurante que tenía.
La Esfinge quiere saber:
1ª- ¿Quién fue esa
ninfa enamorada y abandonada?
2ª- ¿Quién fue el
príncipe que no siguió sus consejos y finalmente murió de un flechazo
envenenado en la ingle?
3ª- ¿Qué griego
lanzó la flecha que llevó a la muerte al príncipe?
Las soluciones saldrán ¡la noche de Reyes!, es decir tenéis para contestar hasta las 12 de la noche del lunes 5 de enero.
¡¡ SUERTE Y QUE TENGÁIS MUCHOS REGALITOS !!
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