Los suplicios por los que preguntaba la Esfinge eran los de Ticio, Tántalo, Sísifo y Prometeo, personajes míticos castigados en el Tártaro para toda la eternidad.
Ticio fue un gigante que intentó violar a Leto, madre de
Apolo y Diana; éstos lo mataron con sus flechas. De inmediato Ticio fue condenado a los infiernos a un suplicio eterno: dos buitres acudían a devorarle
el hígado.
Ticio de Ribera (Museo del Prado)
Tántalo intentó engañar a los dioses
sirviéndoles como alimento a su propio hijo Pélope. En otra ocasión,
les robó el néctar y la ambrosía, los alimentos de los que ellos
se alimentaban, y los repartió entre sus amigos.
El castigo consistió en permanecer en un lago con el agua
hasta la barbilla y debajo de un árbol con frutos. Cada vez que intentaba beber
el agua o comer la fruta, estos se retiraban de su alcance, pero siempre dejando a Tántalo en la permanente insatisfacción y en la permanente
esperanza.
Tántalo de Gioacchino
Assereto
Sísifo se
servía de su gran astucia para engañar a otros y llegó a traspasar las
barreras más inviolables. Cuando Zeus raptó a la ninfa
Egina, hija del río Asopo, él denunció al divino raptor al padre río a cambio
de una fuente para su ciudad. Zeus, enfurecido, envió a Thánatos, la Muerte, en
su busca pero con sus engaños, el hábil Sísifo logró apresar a la Muerte en su
casa. Este apresamiento de Thánatos produjo un terrible desequilibrio en el
mundo ya que nadie moría y para remediar la catástrofe Zeus tuvo que
intervenir.
Fue obligado a levantar con sus manos una enorme roca y a subirla por una empinada cuesta pero, a punto de alcanzar la cumbre, la piedra resbalaba y rodaba hasta el fondo de la pendiente. Sísifo tenía que volver a comenzar.
Sísifo de Tiziano (Museo del Prado)
Prometeo fue un Titán al que se
le considera creador del hombre. Cuando tuvo lugar el reparto entre hombres y
dioses de unos animales sacrificados, Prometeo hizo dos porciones: en una, la
carne y las entrañas disimuladas bajo la piel, en la otra, los huesos cubiertos
de grasa. Zeus, creyendo que optaba por la carne, se equivocó y, furioso por haber sido engañado,
decidió no volver a enviar el fuego a los hombres. Sin embargo Prometeo lo robó y se lo entregó. Para castigar a los
hombres, Júpiter envió a Pandora y a Prometeo lo encadenó al Cáucaso donde un águila constantemente acudía a devorarle el hígado. Hércules terminará por liberarlo
matando al águila.
Prometeo de Rubens (Museo del Arte.Filadelfia)
Prometeo de Ribera
Y han contestado correctamente Isabel y los alumnos:
Elam (3º ESO)
Alba (4ºESO)
Elam (3º ESO)
Alba (4ºESO)
Las respuestas correctas eran:
1º- Ticio
Castigado por intentar violar a Leto
El castigo fue que dos buitres acudieran a devorarle el hígado
El pintor del cuadro propuesto era Ribera
2º- Tántalo
Castigado por engañar y robar a los dioses
El castigo fue no poder satisfacer ni el hambre ni la sed
El pintor del cuadro propuesto era Gioacchino Assereto
3º- Sísifo
Castigado por apresar a la Muerte.
El castigo fue levantar y empujar una roca cuesta arriba
El pintor del cuadro propuesto era Tiziano
4º- Prometeo
Castigado por robar y entregar el fuego a los hombres
El castigo fue que un águila acudiera a devorarle el hígado
El pintor del cuadro propuesto era Rubens
1º- Ticio
Castigado por intentar violar a Leto
El castigo fue que dos buitres acudieran a devorarle el hígado
El pintor del cuadro propuesto era Ribera
2º- Tántalo
Castigado por engañar y robar a los dioses
El castigo fue no poder satisfacer ni el hambre ni la sed
El pintor del cuadro propuesto era Gioacchino Assereto
3º- Sísifo
Castigado por apresar a la Muerte.
El castigo fue levantar y empujar una roca cuesta arriba
El pintor del cuadro propuesto era Tiziano
4º- Prometeo
Castigado por robar y entregar el fuego a los hombres
El castigo fue que un águila acudiera a devorarle el hígado
El pintor del cuadro propuesto era Rubens
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